El Sagrario, conocido como Dunharrow en su versión original, es uno de los lugares más fascinantes de la mitología creada por J.R.R. Tolkien. Situado en las Montañas Blancas, este refugio fortificado se encuentra en el territorio de Rohan y ha sido un punto estratégico y de gran importancia a lo largo de las edades. En este sentido, construido mucho antes de la llegada de los Rohírrim, su historia está marcada por la influencia de antiguos habitantes y eventos significativos que lo convirtieron en un lugar de gran relevancia cultural y militar.

Este enclave está diseñado para ser prácticamente inexpugnable gracias a su ubicación en una meseta elevada y al sinuoso camino que conduce a él, conocido como la escalera del Fuerte. Además, está decorado con estatuas de los Hombres Púkel, talladas por los Drúedain, un pueblo antiguo con una profunda conexión con las montañas. A su vez, durante la Guerra del Anillo, el Sagrario fue esencial al servir como refugio para los habitantes de Rohan mientras sus ejércitos luchaban en otras tierras. A lo largo del artículo, te explicaremos los aspectos más destacados de este lugar, desde sus orígenes y su diseño arquitectónico hasta su influencia en los eventos de la Tierra Media.

Ubicación y características físicas

Sagrario

El Sagrario está ubicado en las Montañas Blancas, al sur de Edoras, en una meseta elevada que domina el valle de Harrowdale. Esta meseta se encuentra rodeada por tres montañas: Írensaga al norte, Starkhorn al sur y Dwimorberg al este. De este modo, su posición estratégica hace que sea un refugio excelente para protegerse durante tiempos de conflicto, pues solo se puede acceder a él por un estrecho camino conocido como la escalera del Fuerte. Este sendero zigzaguea a lo largo de un acantilado y está flanqueado por figuras de piedra talladas por los Drúedain, conocidas como los Hombres Púkel.

Por otra parte, en la parte superior del camino se encuentra Firienfeld, una amplia extensión de pasto destinada al campamento de refugiados y soldados. Este espacio está delimitado por filas de piedras verticales que conducen a Dimholt, un bosque oscuro cercano a la entrada de los Senderos de los Muertos. Por eso, la ubicación del Sagrario y sus características lo hacen un lugar defensivo por excelencia, diseñado para resistir ataques enemigos y proteger a sus ocupantes en momentos de peligro.

Orígenes y primeros habitantes

El Sagrario fue construido durante la Segunda Edad, mucho antes de la llegada de los Rohírrim, por un pueblo cuya identidad se perdió en el tiempo. Estos antiguos habitantes tallaron las estatuas de los Hombres Púkel, representaciones de sí mismos con propiedades mágicas según la tradición de los Drúedain. Asimismo, este grupo fue eventualmente expulsado de las Montañas Blancas por los Hombres de las Montañas, quienes establecieron su dominio en el lugar y lo convirtieron en un sitio de carácter sagrado.

Los nuevos ocupantes, sin embargo, cayeron bajo la influencia de Sauron, lo que los llevó a ser maldecidos por Isildur al romper su juramento de combatir al Señor Oscuro. Por otro lado, el propósito original del Sagrario no está completamente claro, pero se teoriza que pudo haber sido un templo, un refugio o incluso una tumba de reyes.

Historia del Sagrario bajo el dominio Rohírrim

Los Rohírrim descubrieron el Sagrario durante el reinado del rey Brego mientras exploraban las Montañas Blancas en busca de lugares defensivos. Junto a su hijo Baldor, Brego encontró el camino que conducía a la Puerta Oscura, entrada de los Senderos de los Muertos. De hecho, según la leyenda, un anciano les advirtió que la puerta estaba cerrada para los vivos. Más tarde, Baldor juró atravesar esos senderos, lo que resultó en su desaparición.

De esta manera, el Sagrario se utilizó como refugio en varias ocasiones, como durante la invasión de los dunlendinos en el año 2758 de la Tercera Edad, cuando el rey Fréaláf y un grupo de Rohírrim se resguardaron allí mientras resistían el asedio. Posteriormente, lograron expulsar a los invasores y recuperar Edoras. En la Guerra del Anillo, el Sagrario sirvió como refugio para los habitantes de Rohan, mientras el ejército de Théoden marchaba a la defensa de Gondor.

Relación con los Senderos de los Muertos

El Sagrario está estrechamente vinculado a los Senderos de los Muertos, cuyo acceso comienza en la Puerta Oscura, situada dentro de su territorio. Este umbral es un elemento clave de la narrativa, ya que conecta el refugio con los antiguos Hombres de las Montañas, maldecidos por Isildur por haber incumplido su juramento de lealtad. En realidad, la maldición condenó a estos hombres a vagar como espíritus, custodiando el sendero hasta que cumplieran su promesa.

Con relación a esto, durante el reinado del rey Brego, él y su hijo Baldor llegaron a la Puerta Oscura, donde un anciano les advirtió que el camino estaba cerrado para los vivos. Baldor, desafiando esta advertencia, juró atravesar los Senderos de los Muertos, pero nunca regresó. Más tarde, en la Guerra del Anillo, Aragorn y la Compañía Gris tomaron este camino para convocar a los Hombres de las Montañas, quienes finalmente cumplieron su juramento luchando por los Pueblos Libres.

El Sagrario durante la Guerra del Anillo

Durante la Guerra del Anillo, el Sagrario fue nuevamente un refugio estratégico para los habitantes de Rohan. De esta manera, ante la amenaza de los ejércitos de Saruman y Mordor, Théoden, rey de Rohan, ordenó la evacuación de los civiles hacia este lugar. Su sobrina, Éowyn, lideró a las mujeres, niños y ancianos hasta el Sagrario, asegurando su protección mientras los guerreros marchaban hacia la batalla.

Théoden llegó al Sagrario el 9 de marzo de 3019 de la Tercera Edad, acompañado por los jinetes de Rohan y Merry. Allí, el ejército se reunió para planificar su marcha hacia Minas Tirith, donde se libraría la batalla decisiva contra las fuerzas de Sauron. Mientras tanto, Éowyn permaneció en el refugio, aunque luego abandonó el lugar disfrazada de guerrero para unirse a la batalla de los Campos del Pelennor.